Introducción
La Enfermedad de la Superficie Ocular grave (E.S.O), abarca una variedad de condiciones que afectan significativamente a la calidad de vida de un paciente. Ésta es a menudo secundaria a una afección sistémica primaria, en cuyo caso un paciente tendrá otros problemas de salud asociados. Esta condición, en la vida cotidiana del paciente, afecta directamente a la posibilidad de ejercer sus actividades de trabajo y estudio, además de su vida deportiva y/o social. Estos pacientes a menudo están deprimidos y sin esperanzas cuando las estrategias de manejo tradicionales han fallado.
En muchos casos, es necesario proteger la córnea para ayudar en su curación debido a lesiones graves y en tratamiento para recuperación de tejidos con pérdida de transparencia. Tal es el caso que presento a continuación, donde el paciente se presentó en mi consulta manifestando que su esposa le insistió en verme debido a “tener una manchita en el ojo”.
Inicio y Evolución del caso: Antecedentes
Paciente varón de 38 años, que padece Queratocono bilateral, y usaba LC RGP hace 19 años con excelente tolerancia y visión.
En su visita anterior, sus estudios topográficos y paquimetría mostraron signos de adelgazamiento y algunas estrías en OD, por lo cual indico visita a su oftamólogo y sugiero cambios en la modalidad de uso de sus LC, además de indicarle cambiar sus lentes.
Dos años pasaron hasta este fatídico día que llega a mí con la “manchita”, siendo el diagnóstico un absceso corneal grave (el paciente no sentía dolor!)
· Adjunta Paquimetría y Visante OD actual : Espesor central mín 401, y máx 470.
· Datos queratométricos OD 49.50 x 58.75 queratocono oval simétrico.
· AV con gafas 1/10 y con LC previo a la lesión 9/10, reducida a 4/10 con leucoma central.
El Tratamiento
Lentes esclerales y reservorio sustituto con suero autólogo alternando con solución salina hiposmolar y tratamiento tópico con antibióticos, antiinflamatorios y regenerantes celulares, además de gel humectante para uso nocturno, sin LC.
Sumado a pérdida de visión por queratocono, y porque la “manchita” ocupaba 2/3 partes de su córnea, el paciente no podía seguir con sus actividades usando gafas por su baja A.V. y haciendo absolutamente necesaria una readaptación con lentes de contacto durante el tratamiento tópico con antibióticos y antiinflamatorios con corticoides. Se le adaptó una lente ESCLERA (Mediphacos) de diámetro 16.5 mm con háptica tórica considerando su irregularidad corneal y la toricidad de su esclera, material OPTIMUM de Contamac de 180 Dk y espesor central de 270 micras para asegurar la oxigenación.
Lentes Esclerales
Las lentes esclerales, pueden utilizarse para defectos epiteliales persistentes refractarios. Dichas lentes saltan sobre la córnea para proteger la superficie ocular y proporcionar un depósito para la hidratación. Los pacientes que tengan una enfermedad grave de la superficie ocular pueden beneficiarse significativamente con el uso de lentes esclerales, aunque no se los haya recomendado específicamente para una evaluación de lente escleral.
En estos casos la lente escleral cumple una función de vendaje terapéutico, y contiene un reservorio líquido que protege la córnea , ayuda a su tratamiento y consiguiente recuperación.
Suero Autólogo
Se ha informado de que las gotas séricas autólogas son beneficiosas en el tratamiento del defecto epitelial persistente en la terapia convencional. El suero del paciente se diluye a una concentración del 20 % y las gotas se usan dentro del reservorio de la lente escleral. El efecto terapéutico se promueve por diversos factores de crecimiento contenidos en el suero, incluida la vitamina A y las inmunoglobulinas.
Aunque la mayoría de los estudios, así como la experiencia clínica, han mostrado resultados favorables con el suero autólogo, varios factores limitan su uso en la práctica clínica. Estos incluyen el costo, la necesidad de extracción de sangre y la falta de familiaridad con este enfoque entre los médicos y es fundamental contar con el apoyo de un equipo interdisciplinario para el seguimiento estricto de la evolución de los tejidos, y el paciente debe tener constancia y seguir estrictamente las indicaciones de los profesionales intervinientes.
Conclusión
El uso de Suero autólogo en superficies oculares con daño persistente, ha demostrado ser beneficioso y eficaz para la recuperación de los tejidos y el paciente ha recuperado rápidamente la función visual, debido a la transparencia corneal, además de tener bajo riesgo en efectos secundarios por incompatibilidad inmunológica.
Aunque no es una cura, los lentes esclerales a menudo pueden reducir significativamente los síntomas de esos pacientes y mejorar la visión hasta el punto de que pueden reanudar esas actividades que antes disfrutaban. Es imprescindible el trabajo en equipos interdisciplinarios para obtener los mejores resultados.
Ofrecer al paciente todo lo que está a nuestro alcance, con conocimiento y conciencia del uso de estas nuevas tecnologías, es lo que marca realmente la diferencia en el mejoramiento de su calidad de vida.
No es lo que hacemos. Es lo que somos.
Nuestros agradecimentos a Marcela Soria por su contribución en Global Insight.